Jubilaciones
Javier Milei
¿Qué veta cuando veta?
A pesar de haber sido aprobada por el Congreso Nacional, el Presidente vetó la Ley de Movilidad Jubilatoria. Efectos y repercusiones.
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Por Hernán Hamra
En una decisión que no sorprendió a nadie, el presidente Javier Milei decidió vetar la recientemente aprobada Ley de Movilidad Jubilatoria, una medida clave que buscaba modificar el sistema de ajuste de las pensiones y jubilaciones en beneficio de quienes se vieron mayormente perjudicados y vulnerados por este Gobierno: jubilados y jubiladas.
La Ley, aprobada por el Congreso el 22 de agosto proponía un nuevo esquema de actualización de los haberes jubilatorios con el objetivo de garantizar un ajuste más equitativo y predecible para beneficiarios y beneficiarias del sistema previsional. Sin embargo, el presidente Milei, fiel a su prerrogativa de lograr un déficit cero la calificó de “estafa moral” y firmó el decreto 782/2024 que deja sin efecto el proyecto votado por ambas Cámaras. Ahora bien, qué vetó Milei al dejar sin efecto la medida.
Básicamente, la Ley establecía distintos aspectos como elevar la jubilación mínima para que garantice cubrir el costo de la Canasta Básica de un adulto. Esto aumentaría un 35% los haberes de septiembre pasando de $234,540 a $317,704.
Bajo el régimen actual, en septiembre la jubilación mínima será, incluyendo el bono que otorgó el Gobierno, de $304,540 lo que representa una caída interanual de un 20,7% en términos reales producto de la suba de precios. Y si bien este incremento afecta a la mayoría de los hogares, los más vulnerados siguen siendo jubilados, jubiladas, pensionados y pensionadas que además de recibir el impacto de los aumentos en servicios y alimentos quedan absolutamente rezagados si se considera que los principales medicamentos sufrieron aumentos muy superiores a la inflación desde diciembre del año pasado. Es decir, una tormenta perfecta en la economía de jubilados y jubiladas.
Otro factor que agudiza la situación es la reducción del impuesto PAIS para las importaciones. Esta medida afecta directamente a la recaudación del Estado, esto implica un ajuste en el gasto público que traducido en porcentajes afecta en un 27% a jubilaciones y pensiones seguido por un 23% en los fondos destinados a la obra pública, solo para dimensionar en dónde el Gobierno de Milei pone el ojo a la hora de ajustar.
Asimismo, algunos exfuncionarios libertarios como Osvaldo Giordano quien fue director de la ANSES al inicio del actual gobierno, aseguraron que contrariamente a lo que señalan desde la Casa Rosada, la entrada en vigencia de la Ley no “rompería la caja”, como aseguró el Presidente sino que mejoraría la posición del fisco dándole a la ANSES fundamentos legales más sólidos para defenderse en los juicios previsionales a causa del empalme de movilidad que decidió el Gobierno nacional.
A pesar del veto presidencial, existe una luz de esperanza ya que ahora el texto de la Ley Jubilatoria debe volver a pasar por ambas Cámaras en el Congreso y obtener en cada una de ellas la aprobación por dos tercios de los presentes, algo que no resulta tan descabellado imaginar si se tiene en cuenta el enfrentamiento de los últimos días entre el propio Javier Milei y Mauricio Macri por lo que varios legisladores del PRO acompañarían la medida. Si esto finalmente sucede, desde el Congreso de la Nación podrán insistir sobre el proyecto y pasar por encima del veto presidencial.