Turismo
Avellaneda
Paseo del Ferrocarril: la resignificación de un espacio
Busca recuperar el sitio en donde duermen los recuerdos de una Piñeyro industrial.
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Por Dg. Jesica D´Alessandro | Estudiante de la Licenciatura en Turismo-UNDAV
Gracias a su ubicación estratégica en el mapa, el barrio de Piñeyro fue una ciudad cuyo crecimiento tuvo correlatividad con el incremento de fábricas en la zona; sus pobladores se fueron asentando en la enseñanza, en lo comercial y en lo edilicio.
La llegada del ferrocarril con sus rieles fueron los que abrieron el camino y, a su alrededor, se constituyó el barrio. Debemos remontamos a 1890, cuando se construyó el terraplén de las vías del Ferrocarril Oeste con el cual, antes de su nacimiento en abril de 1893, la localidad de Piñeyro quedó geográficamente dividida.
La presencia del ferrocarril, además, fue decisiva para que se unieran inmigrantes extranjeros y argentinos de diferentes ideologías conformando una identidad barrial que compartía un punto en común muy importante, todos pertenecían a la clase obrera. Estos hombres y mujeres que conformaban la sociedad de trabajo vieron con el tiempo la caída de los conglomerados fabriles como consecuencia de los gobiernos que buscaban desarticular el modelo industrial, que el país sostuvo durante muchos años.
El impacto fue demoledor en el paisaje barrial acostumbrado a la vorágine del horario laboral, los olores y las sirenas de las fábricas. Dejaron de pertenecer y se fueron apagando. Hoy en día, forman parte de un proceso de resignificación que busca recuperar el espacio público en donde duermen los recuerdos de una Piñeyro industrial.
De eso se trata el “Paseo del ferrocarril”, una zona recuperada ubicada sobre el lateral de las vías de ferrocarril de carga. Se extiende desde la Avenida Yrigoyen hasta la Av. Rivadavia transformándose en un lugar más en Avellaneda para disfrutar del verde, las bicisendas, los juegos y las zonas de recreación, rodeado de murales que convierten las paredes en escenarios artísticos con coloridos personajes y animales.
En el paseo también nos encontramos con la plaza Brian Simón, que recuerda a un querido estudiante de economía de la Universidad Nacional de Avellaneda fallecido, cuya memoria quedará siempre presente en el barrio que tantas veces recorrió.
De este modo, en el nuevo espacio queda encerrada la memoria y la historia del ferrocarril del barrio, contenida en un paisaje colorido que no deja indiferentes a los vecinos que transitan por allí.
