Accesibilidad

DDHH

“La mirada del otro a veces es una barrera”

Rocío Zubreski tiene una discapacidad intelectual y motriz, estudia la Licenciatura en Gestión Cultural y espera ser la primera universitaria en su familia. Una historia de vida y superación.

Tiempo de lectura 4 minutos

Por Diego Orcoyen

Me saluda con una sonrisa. Su gesto es amable y su mirada transmite serenidad. Dos bancos en un aula dan marco a nuestro diálogo. Un espacio que conoce bien y que es testigo de su perseverancia. Ha transitado más de la mitad de una carrera que, aunque sabe que no siempre fue así, hoy la apasiona. “Estoy orgullosa de estudiar en la universidad. Espero ser la primera universitaria en mi familia”, confiesa con entusiasmo.

Rocío Zubreski vive en Wilde, Avellaneda, y, desde 2017, estudia la Licenciatura en Gestión Cultural en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Tiene 25 años y una discapacidad intelectual y motriz. “Tengo dificultades en todo el lado izquierdo de mi cuerpo”, explica, y, sin embargo, ha ido superando una a una las diferentes barreras que la sociedad le ha presentado y le presenta.


En tiempos en los que aún transitaba la escuela, cuenta Rocío, “una doctora le decía a mi mamá que me tenían que cambiar de un secundario normal a uno especial porque no iba a llegar a los mismos contenidos que mis compañeros e iba a ser frustrante para mí. No sólo terminé el secundario en tiempo y forma, sino que hoy estoy estudiando una carrera universitaria”.

¿Por qué la UNDAV?
“La UNDAV tiene herramientas que otras universidades no poseen y eso me dio confianza para probar y empezar a estudiar”, asegura. Al principio, la vida universitaria le requirió un esfuerzo mayor, pero, gracias a las herramientas propuestas por el Programa de Accesibilidad y Discapacidad de la Secretaría de Bienestar Universitario (SBU) y las tutorías pudo superar esa instancia inicial y afianzarse en la carrera.

Rocío Zubreski: “La UNDAV tiene herramientas que otras universidades no poseen y eso me dio confianza para probar y empezar a estudiar”

“Al comenzar, tenía tutorías cada una semana, pero en el segundo año ya comencé a manejarme sola. Hoy en día, cuando tengo un problema con algún texto, me arreglo con el acompañamiento dentro de la clase”, dice Rocío.

Más allá de la carrera, Rocío también ha sabido aprovechar otras oportunidades brindadas por la UNDAV. Por ejemplo, ha aprobado los Cursos de Lengua de Señas Argentina y diferentes talleres referidos a la vinculación entre la cultura y la inclusión.

“A las personas con discapacidad les diría que se animen, que se puede. Que prueben, que la UNDAV ofrece herramientas diferentes, que no somos un número más. Que, aunque tengan dificultades, pueden lograr lo mismo que cualquier persona. Acá te dan herramientas y confianza en vos mismo. Te ayudan a largarte en lo profesional”, afirma.



Superando barreras
“A veces, una barrera es la mirada del otro. Capaz me miran mal porque camino mal. Pero a mí siempre me resbalaron los comentarios. En la universidad nunca sufrí comentarios del estilo, pero sí en la vida cotidiana”, dice Rocío.

En la Universidad Nacional de Avellaneda, asegura, encontró muy pocas barreras por la existencia de ascensores y rampas en todas las sedes: “Eso es algo en lo que se viene trabajando desde que yo ingresé. Y, si hay alguna molestia o inconveniente, lo charlo con la SBU y se puede solucionar. Todas las sedes de la UNDAV están adaptadas y adecuadas”.

Para Rocío, un aspecto positivo de la actualidad en relación a la discapacidad es que cada vez se habla más de ello y se aborda el tema. Incluso, desde diferentes carreras, perspectivas y abordajes. “Está más claro que la discapacidad no es una limitación, sino que las personas con discapacidad pueden hacer lo mismo, pero en distinto tiempo o de otra forma. Hay programas y asociaciones que ayudan en este sentido. También es bueno que las personas con discapacidad empiecen a hablar sobre la discapacidad; no estar atrás de una organización, sino contar su experiencia de primera mano”, afirma.

Lic. Natalia Rodríguez: “La eliminación de barreras -y ya no la rehabilitación de la persona- nos señala cuál es el camino a recorrer”

Por su parte, la coordinadora del Programa de Accesibilidad y Discapacidad de la Secretaría de Bienestar Universitario, Lic. Natalia Rodríguez, sostiene que “se ha llegado a comprender que la discapacidad tiene que ver más con una cuestión social que con una problemática de índole individual, y con ello se ha pretendido avanzar hacia la construcción de una sociedad más justa, menos estigmatizante y con mayor grado de apertura hacia la diversidad”.

En la misma línea de ideas, asegura que “se ha dado un gran paso, ya que, al no quedar la discapacidad reducida al plano íntimo de la persona, la inclusión se ha convertido en una responsabilidad social”.



Cultura y discapacidad
Rocío busca aplicar su carrera y sus estudios al ámbito de la discapacidad y la accesibilidad. “Lo que me gusta de mi carrera es que la cultura se puede llevar a un público más amplio. Y, viéndome como estudiante y persona con discapacidad, trato de aplicar y orientar mi carrera para llevar la cultura a las personas con discapacidad. Trato que todos los proyectos de mi carrera sean de la cultura inclusiva”, sostiene.

“Lo que yo quiero es trabajar en un espacio cultural que tenga en cuenta a las personas con discapacidad; dar a conocer las iniciativas culturales de personas con discapacidad”, agrega.

En este sentido, señala la Lic. Rodríguez, “la eliminación de barreras -y ya no la rehabilitación de la persona- nos señala cuál es el camino a recorrer y nos permite afirmar que, si asumimos el compromiso colectivo de dejar de segregar mediante nuestras prácticas e indiferencia, en un tiempo no muy lejano, la accesibilidad debiera ser plena para todas las personas, independientemente de que haya o no discapacidad”.

Desde el Programa de Accesibilidad y Discapacidad de la UNDAV se busca promover el ingreso, la formación y el desenvolvimiento en la vida universitaria de las personas con discapacidad y miembros de la Comunidad Sorda Argentina con el objetivo de garantizar su derecho a la educación superior. Para ello se aborda la discapacidad desde una perspectiva de derechos humanos, avanzando en la eliminación de barreras físicas, comunicacionales, actitudinales y pedagógicas generadoras de las desigualdades.


Hoy, para Rocío Zubreski, la experiencia de la vida universitaria es gratificante. Para llegar a esta instancia tuvo que superar diferentes barreras, con esfuerzo y dedicación, pero la ilusión y las expectativas por su futuro profesional y su desarrollo personal la impulsan a seguir adelante.

Más información y/o consultas: accesibilidad@undav.edu.ar.

7 de junio de 2024